Con esta termino las entradas de mi última visita a Donosti. Ya se le ha escapado a Josu que quedaba algo por enseñar de ese día. Llevaba tiempo detrás de un tejo, cada vez que visitaba a Jose Luis veía los suyos y se me caía la baba. Aproveché los días que compartimos en Alcobendas para comentarle que quería un tejo, con algo de madera pero no enorme porque no disponía de mucho sitio. El día antes de ir a su casa al taller de Marco Invernizzi puso estas fotos en Facebook y me etiquetó en ellas. No sabeis con que intriga fui al día siguiente a Donosti.

Al día siguiente cuando llegué, Jose Luis había ido a buscar  a Marco y yo aproveché para ir haciendo fotos a los árboles que estaban preparados para el taller, el tejo de las fotos de Facebook estaba allí dispuesto en una mesa.


Cuando llegó Jose Luis y después de las presentaciones, me dijo que si me gustaba era para mí, y que había pensado que Marco podía orientarme sobre que pasos seguir. Me pareció una idea estupenda y acepté encantada, como os podeis imaginar. Marco me dijo como lo veía él, y que habría que hacerle en el futuro, por el  momento este año solo, transplantarlo y dejarlo brotar tranquilo. Descubrimos un poco el nebari para ver que había oculto y después volvimos a cubrirlo, lo sacamos fuera y en un descanso aproveché a hacerle unas cuantas fotos.

Por este lado la madera muerta promete ser espectacular. Pero la vena viva no se vería practicamente.



Desde arriba.


Una referencia del grosor.



Quedamos en que iría un día de visita, lo transplantaríamos a un cajón más pequeño, para terminar de quitarle la tierra original y se vendría a Llodio.  El día elegido fue el primer día de la Semana Santa, ya dije en la entrada que le he dedicado a su jardín que teníamos un asuntillo pendiente.

Jose Luis quería almorzar primero pero le convencimos para hacer antes el transplante, le enseñamos a Josean el árbol, que solo lo había visto en fotos, nos fijamos en la multitud de brotes nuevos que tenía y nos fuimos a la zona de transplantes que tiene Jose Luis; yo llevaba una caja preparada pero él tenía otras mas cortas y mas hondas que para mi terraza me vendrían mejor. Pusimos dos para que los agujeros al acoplarse una a la otra fueran más pequeños. Jose Luis tomó las riendas del transplante y cuando Josu y yo tuvimos limpio el cepellón cortó dos raices gruesas, yo les puse pasta cicatrizante y  luego lo metimos en las cajas ya preparadas,casi todo el sustrato es pomice, salvo en la base que pusimos arlita gruesa y en la capa superficial que mezclamos la pomice con akadama para poder controlar mejor el riego.




Comprobar que estaba bien atado, un ratito de palilleo y llevarlo fuera para regarlo, aunque con la lluvia que caía estuvo mojándose toda la mañana. Con el trabajo ya hecho, nos pusimos a almorzar, Jose Luis que sabe lo que me gusta nos tenía preparado un señor almuerzo.


Luego un paseíto por el jardín, lástima de lluvia, y un ratito de buena charla en buena compañía. Llegó la hora de meterlo en el coche, nosotros habíamos llevado bolsas grandes para que no se mojara el coche pero se empeñó en regalarme también una bandeja blanca que me va a venir de cine para cuando trabaje en la terraza. Llegamos a casa, lo puse en la zona más resguardada, pero antes sin moverlo mucho le hice sus primeras fotos "oficiales", para recordar como llegó a casa.







De momento va a estar tranquilito en casa, dentro de un mes empezaré a darle de comer, usaré abono orgánico y a esperar que se ponga fuerte, por ahora se le ven un montón de brotes.






Al día siguiente de traerlo tuve visita, Juan Carlos vino a pasar el día y Lourdes vino a pasar la tarde, aprovecharon a verlo en vivo, bueno al tejo y las últimas adquisiciones. pasamos una tarde estupenda. A pesar del mal tiempo se puede decir que la Semana Santa ha sido fantástica. Después de esto, creo que puedo decir que no me cabe "casi" nada más en la terraza. No me puedo despedir sin dar las gracias a Jose Luis y a Josu por un día fantástico.



Pasad un buen fin de semana. Un abrazo.