Me encanta que vengan los amigos a visitarme, pero me parece que voy a tener que poner como condición que vengan con las manos en los bolsillos, últimamente cada vez que uno me dice que va a venir viene con un bonsái ¡o dos! incorporado.

El pasado domingo se acercó Juan Carlos a pasar la tarde con nosotros, la idea era salir a tomar algo a pesar de la lluvia pero primero tuve que hacerles sitio a dos de sus arboles, si Anibal tiene el problema del viento el de Juan Carlos es la escasa luz solar que reciben.  Menos mal que también le van los árboles pequeños

Me trajo una pyracantha que no se cuanto llevará con él pero todavía esta en la maceta que la compró.





Creo que tengo una maceta que le puede ir muy bien, la he puesto en la lista de trasplantes.


El segundo es un pequeño pinus thumbergii doble tronco que lleva con el muchos años pero dice que no acaba de ponerse fuerte y él lo achaca a la falta de sol.






Con éste me centraré en que recobre fuerzas. Lo he puesto en primera fila al sol.

Por supuesto que después de echar un vistazo rápido a los arboles nos fuimos a tomar unos tragos y a charlar de bonsái y de nuestras vidas, pero eso es otra historia.

Lo dicho, las visitas tendrán que venir con las manos en los bolsillos.

Por otra parte, como ya os avisé estaba haciendo cambios en la plantilla del blog, he tardado menos de lo que pensaba pero sé que alguno entró a leer la entrada del lunes justo cuando todo estaba "manga por hombro", os pido disculpas por las molestias y gracias por vuestra comprensión.


Un abrazo