En agosto hizo dos años que falleció mi padre despues de 3 años padeciendo un cancer de pulmón, su lugar favorito mientras pudo ir, fue su huerta, y siempre decía que le encantaba echar la siesta a la sombra de su higuera, cuando era época teníamos higos para toda la familia. Siempre nos había dicho que cuando llegara el momento quería ser incinerado y que esparcieramos por la huerta sus cenizas. Y así fue, cumplimos sus deseos, ese día antes de volver a casa corté una rama de la higuera, no era época pero la puse en una maceta con turba y arena, quería tener un recuerdo vivo de aquel lugar y de mi padre. Pasó un año y en verano del 2009, había brotado e incluso nos dió dos higos, a mi me hizo mucha ilusión pero mi madre hasta se emocionó.
Seguí regándola y abonándola. El año pasado a mi hermana le pico el gusanillo del bonsai y pensé que también le gustaría tener un trozo de la higuera, así que le hize un acodo en Junio y para agosto ya lo habia separado, lo que me quedó del tronco inicial, estaba dando señales de brotar, asi que este viernes me decidi a pasarlo a una maceta de las que voy deshechando, me encontré con muchas raices y muy finas, recorté y puse en una mezcla de pomice y akadama, ahora espero que brote.
Sé que nunca será un buen bonsái ni siquiera si llegara a ser simplemente un bonsái, pero siempre será la higuera de mi padre.