En la entrada anterior comenté que nuestro hotel estaba al principio de un bosque, atravesado por una carretera minúscula para coches y un hermoso carril de bicicletas que lo recorrían a lo largo de unos 10 kms, hasta llegar a otra playa. Una mañana decidimos echarle un vistazo.
Primera sorpresa, nos encontramos un recinto vallado y dentro ciervos.

Pero la sorpresa no acabó ahi, siguiendo con el paseo encontramos, una puerta para acceder al recinto, por el cual se podía pasear y ver a los animales.







Un poco más adelante, dentro de un recinto, este sin puerta, encontramos jabalíes, los vimos desde la valla.






Seguimos con el paseo. El sitio me estaba gustando cada vez más.







Cuando entramos al bosque estaba llovizneando y cuando llegamos a la playa del extremo opuesto hacía sol.


Al volver nos encontramos con unos niños y sus profesores que volvían de dar un paseo por el bosque. Según vimos el resto de los días, lo hacen a diario.


Tambíen cerca del hotel teníamos otro parque del que disfrutaban otros estudiantes, ya adolescentes,, estos parecían estar haciendo deporte y no quisimos molestar.



El verde llegaba hasta la misma playa.






No habíamos visto bastante verde y a la mañana siguiente nos dirigimos al Jardín Botánico de Aarhus. Lo primero que me llamó la atención, todos los árboles tiene su etiqueta colgando, pero también las plantitas del suelo, si si, todas, hasta la más pequeña.













  Había zonas dedicadas a las diferentes regiones europeas.











Y también nos encontramos con otros estudiantes un poco mayores que los niños anteriores, pasando la hora del almuerzo en el parque, estaban disfrutando de lo lindo. Esa parte del parque está pegada a "De gambe by" donde podemos ver edificios que muestran la evolucion de la vivienda y de las costumbres danesas a traves de los siglos.



Cada vez que he visto flores he hecho alguna foto, o sea que he hecho muchisimas, en cualquier rincón te encuentras con un jardín donde hay flores y arbustos.







Y en las ventanas también les gusta poner.


Ves a mucha gente paseando, haciendo footing o en bici por cualquier bosque o parque desde muy temprano hasta bien oscurecido. Y como ya habéis visto los niños desde muy pequeños pasan parte de su horario escolar disfrutando de esos lugares, llegamos a la conclusión que por eso respetan tanto la naturaleza.

Saludos, Loli