Justo el sábado en la asociación comentaba que no quería más bonsáis de momento, que había hecho sitio pero que  no entraba ninguno más, que hay dos o tres cosas que quiero y que iba a esperar. En esa misma reunión comentamos que había visto en Facebook en El Mercadillo del bonsái un aficionado de aquí cerca que vendía herramientas y macetas por abandono de la afición, y uno de los presentes mostró interés, le dije que cuando llegara a casa localizaba el mensaje, y ahí empezó todo, tuve que retroceder unos días buscando el mensaje de las herramientas y me encontré con un mensaje en el que se vendían romeros, ¡con las ganas qué tenía de uno! Me había conformado pensando que aquí se daban mal o eso creía yo, pero después de ver el de Carlos en la exposición de Vitoria me habían entrado de nuevo las ganas de tener uno. Me fui a la cama pero el domingo volví a echarles un vistazo, en cuanto aceptó mi solicitud de amistad, me puse en contacto con Mariano Marroquí, que resultó ser el propietario de Moyogui Bonsái, seguía teniendo los romeros y además rebajados, estaba claro, era el destino, después de volver un poco loco a Mariano, que si más fotos que si hay otros disponibles, para la tarde ya me había decidido y el romero llegó el miércoles. Me gustó todavía más que en las fotos que me mandó Mariano. Le hice fotos, y a esperar a que se aclimate. Me dejo de rollos y os lo enseño.

Ya os dije que le hacía fotos al ginkgo porque sabía que se quedaría sin hojas en cuanto soplara el viento, ayer ya estaba pelado, así que saqué un momento para ver si lo podaba o no. Me puse a darle vueltas.





Al final me decidí por alambrar dos de las ramas, las más largas, a ver si poco a poco va cogiendo su forma característica, ¡qué ilusa soy! estará pensando alguno.




Luego decidí rebajar el tocón de la parte superior.




Y así lo he dejado, aunque se me está ocurriendo hacerle una barbaridad.

En estos mees se había desmadrado un poco. Así que pensé alambrar, pero solo la base de las ramas para que afirmen su posición pero sin llegar a las puntas que todavía están muy tiernas.






He bajado un poco más las basses de las ramas, aunque como no he alambrado hasta las puntas, sigue dando la sensación de estar desmelenado.




Estaba cansada y dejé para otro día lo de limpiar el jin.

Un abrazo

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Tenía pendiente una selección de ramas y ayer me puse a ello. Primero le quité las hojas que el viento no había hecho caer.




Una vista cenital, se ve claramente que le sobran ramas.



Empecé por la rama más baja y en unos minutos ya tenía un pequeño montón de ramitas eliminadas.




Seguí poco a poco con todo el árbol.




El montón seguía creciendo.


En la nueva vista cenital se aprecia cuantas he quitado. Como veis hay un hueco que tengo que rellenar.



Ya he decidido que rama usaré para rellenar ese hueco, lo haré en la próxima ocasión, creo que bastará con usar un tensor.

Un abrazo

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Como bien dice el titulo mis bonsáis este año no están por la labor de otoñar, el único que ha dado muestras de hacerlo ha sido el ginkgo.

Es uno de los que no creo que lleguen a ser algo bueno, pero fue regalo de mi madre y eso es suficiente para mi.

En julio  le hice foto cuando a todos los demás.



Estaba esperando a que se pusiera amarillo del todo, pero me temo que si vuelve a hacer otro día de viento sur se le caerán las hojas que le quedan después de dos alertas de vientos fuertes.

El lunes por la mañana le hice fotos.



Ayer por la mañana después de regar vi que estaba un poco más amarillo y decidí que le hacía otra vez fotos.





Cuando se le terminen de caer las hojas quizás le dé una vuelta para ver si podo un poco  y coloco alguna rama.

Un abrazo

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Mi haya ha sido una de las damnificadas por mi falta de tiempo, salvo regarla y abonarla no he podido ponerme con ella en estos meses. Otros años la suelo podar en agosto pero este verano no ha podido ser. En julio cuando hice las fotos de todos estaba así.



Si ya entonces estaba un poco desmadrada, imaginaos como ha llegado a noviembre. Como el verano empezó en septiembre para cuando ha hecho dos días de otoño y las hojas empezaron a cambiar, volvió el viento sur y más de la mitad se cayeron.

Este sábado aprovechando que tenía unas horas libres decidí que se las dedicaba a los bonsáis, Juan Carlos enseguida se apuntó, no sé si porque le gustaba la idea de ayudarme o el plan de después.

Hicimos algunas cosas ligeras y luego le dejé elegir entre varias cosas, decidió que le apetecía la opción del haya.




El plan era alambrarla pero primero había que terminar de podar la rama que se cascó y finalmente murió, además decidí quitar un pequeño tocón de la zona superior.





La herida de la rama tuve que agrandarla para que de perfil no se notara en exceso el abultamiento. Espero que vaya cicatrizando bien.





Nos tiramos tiempo decidiendo donde poner las ramas, no podé ninguna, aunque quizás cuando vea como brotan recorte alguna en longitud. He decidido que en el próximo trasplante la giraré un poco.

Ayer me publicaron un nuevo artículo en Rutabonsái. En esta ocasión se me ocurrió escribir sobre el espacio del que disponemos los aficionados.

http://www.rutabonsai.com/reportajes/item/308-el-aficionado-al-bonsai-y-su-espacio



Espero que os guste.

Feliz fin de semana, os dejo con uno de mis kusamonos, una persicaria capitata, en maceta de Martín.



Un abrazo

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