A finales de febrero os mostré el trasplante de uno de los bonsáis  que me había regalado Juan Carlos, la zelkova nire.

Como se puede apreciar en la foto, ya estaba brotando. Una semana más tarde ya tenía muchas hojas.
Un mes después del trasplante, el 22 de marzo,  le puse la primera dosis de abono, en esta ocasión bolas pequeñas de hanagokoro, enterradas en el sustrato y además de eso, algo que me recomendó David Quintana y que estoy observando si funciona, ya os  contaré más adelante, se lo he puesto  a unos cuantos y a otros no para poder comparar.

El pasado sábado la vi tan desmadrada que  saqué un rato para ponerme con ella, tenía pendiente eliminar ramas muertas, creo que ya os comenté que no podé mucho para ver qué ramas brotaban y cuales no.


Como es pequeña en poco más de veinte minutos ya había quitado bastante.



Cada vez me gusta más la base.



Sé que pensaréis que todavía le podía haber quitado más pero no tenía mucho tiempo y prefería seguir más adelante. Seguro que seguirá brotando y me dará más trabajo.


Un abrazo


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