César llevaba tiempo queriendo organizar algo en su casa, finalmente quedamos en ir el 23 de julio, el plan era estupendo, ayudarle un poco con sus bonsáis y luego comer comida venezolana, quería que degustáramos algo típico de su país.

Un grupo pequeño pero muy bien avenido al que se unieron Josean, mi marido,  y Lissette, la mujer de César.

Primero una visita por el jardín.



Algunos árboles estaban muy desmelenados.









Decidimos que algunos bonsáis necesitaban un repaso y nos pusimos manos a la obra, quitar alambres, aclarar, defoliar, pinzar...




Tuvimos algún acompañante inesperado.





Algunos de los peinados.





César nos aviso para que fuéramos a ver como hacia las arepas y dejamos el trabajo.

Ninguno de nosotros las habíamos probado y todos coincidimos en que estaban buenísimas.




Luego tocó irse hasta la barbacoa, tocaba hacer carne, chorizo, morcilla...


Mientras tanto Lissette se encargaba de tener a punto la yuca, exquisita con la salsa guayacaca que había preparado César.

Nos pusimos a comer y nos dimos cuenta tarde de hacer fotos del resto.



Como siempre en estos casos, lo mejor la compañía, la buena comida y la charla de la sobremesa.


Quedamos en repetir la experiencia.


Un abrazo