Al volver de vacaciones me ha tocado ponerme a pinzar y retocar muchos de mis bonsáis, hasta el miércoles pasado no tuve tiempo de ponerme con los kusamonos. Los reorganicé en bandejas, hasta que no llega el frío de verdad siguen así y muchos cambiaron de ubicación.

Primero me fije en una flor que estaba abriendo en uno de los que me regaló Juan Carlos, todavia estaba en maceta de plástico y al acercarme y cogerlo para ver bien la flor, me di cuenta que la maceta había reventado, cogí una maceta que tenía sin usar y lo puse sin tocar las raíces, luego a la zona de sombra, espero que no se resienta, aún lo tengo sin identificar así que si alguno sabe el nombre os lo agradeceré muchísimo, al tener más espacio las ramas parecían caer, así que de momento lo he rodeado con un alambre para que se sujeten un poco. Como veis son dos las flores.





El viernes seguí con los repasos y me encontré con otro que necesitaba atención.
No sé si recordaréis que cuando fui a visitar  a los amigos de Bonsái Burgos me vine con con un kokedama nuevo, un Japonicum disporum o lirio del valle japonés, que me regaló Ana Barreda.

Las raices salían por todos lados, decidí deshacer la bola y ponerlo en una maceta, no tenía ninguna más disponible así que en el futuro lo espera un trasplante de verdad.







Hice más repasos ya os seguiré enseñando. Y no os olvidéis de entrar de vez en cuando en la página de plantas ya he  llegado a la decena de fichas.

Un abrazo