En septiembre os comenté que tenía material para llevar a los talleres que hacemos en Bonsái Bizkaia con David Quintana, como David esta recuperándose de un problemilla, a éste le ha tocado que me ponga yo con él.

Como ya sabéis mi amigo Juan Carlos se ha quitado parte de sus árboles porque él no tiene tiempo para cuidarlos, a mi me ha regalado unos cuantos como ya os he contado en otras entradas.

En abril decidió quitarse alguno más y decidió que quería que este acer buergerianum lo tuviera yo. Al verlo me pareció que las hojas estaban tristes y pensé que necesitaba riego, pero después de unos días en casa seguían igual, me pareció, además, que el sustrato no drenaba bien y decidí que aunque había brotado, iba a examinar el cepellón.



Eliminé una parte de todas esas raíces y le renové el sustrato.




Estuve pendiente de él por si acaso, pero respondió bien, el día 20 de abril lo revisé de nuevo y recorté algunos brotes.







A lo largo del verano lo he recortado en varias ocasiones.
En septiembre cuando puse el fondo negro aproveché a hacerle fotos.








Con el tiempo loco que tenemos no ha terminado de tirar la hoja, pero tampoco ha otoñado bonito, el martes me puse con él, el tiempo era horroroso, y lo metí a la cocina.







Fui eligiendo ramas, podando unas y dejando otras hasta ver como brota aunque hay dos que creo que van fuera fijo.



Una vez di por terminadas las ramas, me puse a repasar cicatrices, con el cuter abro el borde y pongo cicatrizante para que el labio siga creciendo. Juan Carlos ya lo había estado haciendo y muchas de ellas están prácticamente cerradas.








Después de éste, me puse con otro, pero eso lo dejo para otro día.

Un abrazo

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