El bonsái y el clima
miércoles, septiembre 12, 2018
Este verano está siendo atípico en el norte, mucho calor, un grado de humedad alto y pocas lluvias, salvo los días de tormenta que cae durante poco tiempo pero mucho. Así que he decidido recuperar el articulo "El bonsái y el clima" que escribí hace unos años para Rutabonsái. En este caso, he aprovechado para repasarlo y añadir algo más.
La idea de este
artículo surgió a raíz de una pregunta de una amiga, se muda a una zona donde
los inviernos son muy crudos, y quería sugerencias para ver cómo puede proteger
su colección de bonsáis.
El jardín que aparece en las fotografías pertenece a David Benavente, maestro de bonsái que ha accedido amablemente a dejarme usar sus fotografías, se encuentra en una zona donde los inviernos son muy crudos y los veranos sofocantes.
Ante todo,
tenemos que tener en cuenta que aunque tengamos en nuestras colecciones
especies autóctonas acostumbradas al clima de nuestra zona, los bonsáis están
en macetas muy pequeñas lo que les hace menos resistentes a condiciones
extremas. No debemos olvidar nuestra ubicación, en la misma zona separados por
pocos kilómetros, un aficionado puede tener que proteger sus bonsáis y
otro no, depende de si estamos muy expuestos o muy protegidos.
No es lo mismo
la resistencia al frío o al calor de un árbol en un bosque o un páramo que
en un tiesto. Por ejemplo, un pino en su habitat natural soporta sin dificultad
temperaturas inferiores a -15ºC, sin embargo, un pino bonsái, al encontrarse en
un espacio reducido tendrá menor resistencia y nos tendremos que plantear
protegerlo cuando las temperaturas bajen por debajo de -7º. Tendremos que tener
cuidado con las heladas nocturnas, les pueden provocar más daños que la nieve.
No pasa nada
porque caiga alguna nevada y los cubra pero si estamos en una zona donde eso
sucede durante largos períodos de tiempo tendremos que plantearnos la necesidad
de tener un invernadero o zona más protegida. Una vez que ha llegado el frío y
han sentido que llega el invierno los pondremos a cubierto. Según nuestra zona
nos puede servir ponernos debajo de un alero pero si las temperaturas bajas se
prolongan durante mucho tiempo, tendremos que hacernos con un invernadero, los
hay de muchos tamaños y materiales, ahora mismo en internet es fácil encontrar
el modelo que se ajusta a nuestras necesidades, los hay que caben en un balcón
y los grandes de jardín, seguro que alguno se ajusta a nuestro espacio.
Consultando en
mis libros he elaborado una lista, y he agrupado las especies en función de su
resistencia al frío.
- Nula
resistencia al frío.
En este grupo
están la carmona, el ficus, la murraya y la sageretia. Tendrán que permanecer
durante el final del otoño, el invierno y hasta bien entrada la primavera en un
lugar protegido, un invernadero o en el interior de casa si tenemos un lugar
alejado de la calefacción y bien iluminado, por ejemplo un ventanal amplio.
- 0ºC
Es la
temperatura mínima que soportan, por ejemplo, el buxus harlandii y la pistacia
lentiscus, si la temperatura no baja muchos grados más bastará con
tenerlos en una zona resguardada,un alero servirá.
- -1ºC
El único de
este grupo es el punica granatum, si el frío es seco aguanta bien. Si sigue
bajando la temperatura lo pondremos en un lugar resguardado.
- -2ºC
Un grado por
debajo del granado, resisten el ligustrum sinensis, azalea y podocarpus, la
azalea aguantará temperaturas incluso más bajas si el clima es seco.
- -3ºC
Celtis, acer
palmatum, buxus microphylla, criptomeria, serissa y stewartia. Resulta
llamativo que la serissa aparezca incluida en este grupo,se trata de una
especie tropical y es el árbol, junto con la carmona, que más fácilmente muere
en manos de un novato, al llegar el frío pierden muchas hojas, pero según mi
experiencia si están bajo un alero aguantan hasta -5ºC
- -5ºC
Es el grupo más
numeroso, en el encontramos bastantes de los bonsáis que os recomendé en el
artículo “Bonsáis para empezar con buen pie”.
La mayoría de
los de este grupo resistirán perfectamente sin moverlos de su sitio los días de
mucho frío: prunus mume, acer buergerianum, camelia, cotoneaster, chaenomeles,
juníperus chinensis y rigida, chamaecyparis, fagus, malus, ulmus, zelkova
serrata, picea y taxus.
Si además es un
frío seco las azaleas aguantarán perfectamente. En el caso de los
juníperus el frío extremo puede ocasionarles un amarronamiento de las acículas
pero no es grave, en el caso de los tejos las hojas pueden adquirir un tono
rojizo, pero no tendrá consecuencias para el bonsái.
- -7ºC
En el grupo de
los que más aguantan están los pinos. aguantarán perfectamente las nevadas y
las bajas temperaturas pero si la situación se prolonga puede ser conveniente
bajarlos de sus estanterías y ponerlos en el suelo.
En la tabla que
he preparado los tenéis ordenados por orden alfabético
No debemos
olvidar el riego, en esta época disminuyen las necesidades de agua de los
bonsáis, regaremos menos y es
aconsejable hacerlo a media mañana, cuando la helada nocturna haya
desaparecido. En los lugares donde llueva mucho durante muchos días seguidos a veces es recomendable inclinar la maceta usando una cuña o simplemente una piedra, para evitar que el agua se encharque.
Una vez veamos que
terminan las heladas iremos sacándolos poco a poco para que reciban el sol de
primavera.
Calor
Es muy
recomendable usar mallas de sombreo para evitar los días más calurosos de
verano. Tendremos que tener en cuenta que cualquier protección deberá estar a
una distancia mínima de 50 cms, al elegir la malla tendremos en cuenta los
diferentes espesores que se encuentran en el mercado, unas dejan pasar más luz
que otras.
Iremos sacando
los bonsáis del lugar donde hayan pasado el invierno paulatinamente, es
conveniente que si han estado en el invernadero primero los tengamos unos días
debajo de un alero y luego ya los pondremos sin protección.
- Primavera
La carmona la
pasaremos bajo la malla de sombreo recién llegada la primavera, evitaremos que
el sol le queme las hojas. Las hayas las pondremos en esa zona un poco después
y a finales de la estación pondremos bajo la malla las azaleas.
- Verano
La sageretia y
la serissa pasarán todo el verano bajo la malla. Sin embargo, la stewartia con
estar protegida los primeros días de sol bastará, luego aguantará perfectamente
a pleno sol. El prunus mume y el chaenomeles no los protegeremos demasiado
pronto o nos arriesgamos a que la floración del próximo año sea menos
abundante. Los acer agradecerán el sol de primavera pero cuando empiece el
verano es aconsejable pasarlos bajo la malla o sus hojas, sobre todo las del
acer palmatum, se quemarán.
En el extremo
opuesto, los que no necesitan la protección de la malla, ficus y pinos,
aguantan perfectamente el calor. Los taxus agradecerán una ligera protección en
las horas de más calor.
El grupo más
numeroso lo componen los que necesitan protección los días de calor más intenso
(canícula): aligustre, celtis, Buxus, camelia, carpe, cotoneaster, criptomeria,
juníperus chinensis y rígida, chamaecyparis, malus, murraya, ulmus, zelkova
serrata, pistacia lentiscus, y podocarpo.
Si el calor es
extremo nos podemos plantear instalar un sistema de nebulización del agua que
los refresque en las horas en las que las temperaturas alcancen valores
demasiado altos.
El riego será uno de los puntos más importantes en verano, regaremos por
la mañana temprano y vigilaremos por si necesitan un segundo riego después de
las horas de más calor.
Viento
El caballo de
batalla de muchos aficionados, si el viento nos da de lleno tendremos que tomar
precauciones, si sopla muy fuerte alguno de nuestros bonsáis puede acabar en el
suelo, hay aficionados que atan las macetas a los bancos y pedestales usando
alambre o bridas, otros ponen piedras grandes en los tiestos para evitar que
vuelquen. La opción más conveniente es instalar estructuras paravientos, al
igual que en el caso de los invernaderos en internet podemos encontrar
diferentes modelos y tipos. En mi caso ya he perdido varias macetas por el fuerte viento sur.
Uno de los
inconvenientes del viento es que si es constante limitará mucho las variedades
que podemos tener, por ejemplo los acer no aguantan bien en estas condiciones.
Otro de los inconvenientes del viento es que seca los sustratos, trataremos de
encontrar el sustrato o mezcla de sustratos que mejor nos funcione a cada uno.
Esto nos lleva a tener que vigilar el riego de nuevo.
Granizo
El peligro son las hojas rotas y las ramas dañadas, es complicado si tenemos los bonsáis en el exterior evitar los daños, porque suele caer sin avisar. En este caso mi consejo es cruzar los dedos, y que los daños no sean irreparables.
Foto cedida por César Castellanos |
Ante todo
no debemos agobiarnos, si las condiciones en nuestra zona no son extremas,
bastará que en invierno los protejamos bajo un alero, que en verano procuremos
evitar que les dé el sol más fuerte y si hace mucho viento podemos bajarlos al
suelo. Los árboles poco a poco se
acabarán acostumbrando a su ubicación y soportarán sin demasiados problemas las
inclemencias del tiempo.
Un abrazo
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3 comentarios
Una gran entrada.
ResponderEliminarEnhorabuena y gracias por compartirla con todos nosotros!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy bueno! cuánto detalle... garcias por compartir
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