Sí, habéis leído bien, os presento otro arbolito, alguno estará preguntándose  dónde los meto, en este caso ha  sido fácil, cuando veáis las medidas lo entenderéis.

A mediados de octubre en una de las reuniones de Bonsái Bizkaia, Miguel Ángel , uno de los socios, apareció con un caja llena de arboles para ver quienes queríamos uno. Viendo el tamaño, para casa se vino un berberis. Hubo un pelín de cachondeo por mi elección, a una de nuestras socias hace unos meses alguien le dijo que los berberis eran matorrales y no valían para bonsái.

El jueves pasado quise probar a hacer un trasplante y me decidí por uno pequeño para no tener que hacer demasiado esfuerzo con el brazo.


No había pensado cambiarlo de maceta, pero recordé una japonesa pequeña que le podía ir muy bien y la busqué, estaba con una planta, así que decidí hacer un intercambio.




La verdad es que el resultado me gustó.