Estoy oyendo mucho esta frase estos días, también entre los aficionados al bonsái.

Ayer tuvimos un día soleado, por la mañana y sobre todo a primeras horas de la tarde hacía calor, temperaturas raras para esta época. Si en la calle el termómetro marcaba, a las 4 de la tarde,  los 24ºC, en mi terraza, que salí a trabajar un rato, el termómetro marcaba 10 grados más, es lo que tiene ser como un cajón y llevar mas de 6 horas recibiendo sol. Por la noche la temperatura ha sido más normal para esta época, 4º. Cada vez tengo más claro que el cambio climático es un hecho desde hace tiempo. Había varios árboles que han brotado este fin de semana y ya sabéis que lo apunto todo,  al ir a hacer las anotaciones me dio por comparar con las de otros años.

He elegido uno de los caducos  de los que tengo registros desde que llegó a casa, y que ha aparecido varias veces en el blog, el bosque de arces. Por supuesto, los datos que vienen a continuación son todos de mi terraza y en mi ubicación, cada lugar es diferente.

Bosque de arces en junio de 2019

Anoto muchas más cosas pero os muestro las fechas de trasplante, brotación y otoñado desde 2010 hasta  la brotación del 2020.

Las fechas de brotación van desde el 20 de febrero de 2018 hasta el 7 de marzo de 2015, lo que supone una horquilla de 15 días, y en los 4 últimos años la oscilación es tan solo de 6 días. Esto me ha hecho pensar que los arboles, incluso los nuestros, que se ven obligados a vivir en macetas, toleran mejor los cambios que nosotros. He comprobado el tiempo en esos años, en 2015 llovió muchísimo en enero y febrero, este año han sido mínimos los días de lluvia en los mismos meses. El tiempo está cambiando, eso está claro, pero nuestros árboles no se resienten tanto como pensamos de ese cambio, lo que me hace concebir una pequeña esperanza.

Antes de que estos cambios sean irreversibles debemos hacer algo y hacerlo en serio no solo "de boquilla", cada uno sabe como puede contribuir.

Un abrazo