Como sabéis los que me seguís en redes sociales, el martes pasado llegó un nuevo inquilino o inquilina, porque es un árbol femenino. Un bonsái, pequeño en tamaño pero muy potente.

Esto de tener que estar en casa quietecita, tiene muchos inconvenientes sobre todo tiempos muertos que dedicas a curiosear que se mueve en las redes. Era inevitable encontrarme con el anuncio de ofertas que puso David Benavente 


Entré en la web pero no encontré nada "que me diera al ojo" dentro de mi presupuesto.
El domingo mientras esperaba a que los asistentes al Congreso de Aranjuez colgaran fotos de los premiados se me ocurrió pedir ayuda, así que le pedí a mi querido José María un "favorcito", si tenía pensado pasarse por el jardín y tenía tiempo, que echara un vistazo para ver si había algo que cumpliera mis requisitos. Tuve tanta suerte que se encontraba allí, así que se ofreció a ayudarme, conoce también mis gustos, que tras un tiempo  prudente de busqueda me enseño un único árbol. No me costó nada decidirme, con el 50% se quedaba en mi presupuesto y la gestión se hizo enseguida. El lunes prepararían el envío. Menos mal que me decidí rápido porque por la tarde empezaron a llegarme mensajes de amigos que se pasaban por el jardín, veían el árbol allí y les gustaba,  estuve toda la tarde entretenida.

El martes, menos de 24 horas después de salir de Galapagar, llegó el árbol a mis manos, me costó un rato sacarlo, tenía que ir despacio y sin hacer esfuerzos con el brazo. Como hacía días que no publicaba nada decidí hacer un "unboxing" imitando a las influencers pero sin enseñar todavía el árbol ni decir que especie era. aunque alguno lo adivinó enseguida.





Hice una foto antes de sacarlo a la terraza con ella en la mano para que se aprecie el tamaño. Se trata de una Gardenia jasminoides o kuchinashi.



Como es muy manejable, he sacado tiempo para hacerle alguna foto.

La base




Y ahora la foto oficial


Chiquitina pero matona.

Estoy encantada y sobre todo gracias a José María y a David.

Un abrazo

Pseudocydonia sinensis: la última en llegar
Visita al jardín de David Benavente