Pensaba que esto de la cuarentena me iba a permitir trabajar mis bonsáis y publicar sin problemas pero no ha sido así. Soy asmática y tengo a mi madre con 92 años viviendo con nosotros, eso significa dos personas de grupo de riesgo en casa, viendo los datos que iban saliendo desde febrero mi mente hacía las curvas exponenciales sin proponérmelo, así que ya el 9 de marzo decidí que íbamos a aislarnos voluntariamente.

Lo hablé ese mismo día con mis alumnos y organicé todo en casa, el 12 empecé a dar las clases online, esa misma mañana mi ordenador hizo crash, menos mal que en casa hay otros, mientras, Josean llevaba el mío a reparar. El domingo comenzó la cuarentena para todos, eso significaba pasear a mi madre en casa y para que le diera el sol la sacamos a la terraza, me está sirviendo para controlar los árboles, porque se fija en como cambian de un día para otro.


La primera semana de febrero trasplanté el acer palmatum deshojo.


Brotó el 25 de febrero.



No dispongo de mucho tiempo libre, mis horas de trabajo se han multiplicado, pero el fin de semana decidí ponerme con él, este año no he ido pinzando los brotes mientras salían y estaba empezando a dispararse.


Todavía tiene brotes por abrir y en poco tiempo necesitará otro repaso.

Un abrazo y cuidaos mucho.

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