Una vez todos empezamos a salir de casa, dio por terminados los ripios, el 25 de mayo publicó el último.

Pero se intuía en esa publicación que solo era un cambio de rumbo. Y así fue, unos días después, el 2 de junio nos anunció que  nos iba a deleitar con haikus. Por decisión de sus seguidores, entre los que me incluyo, la publicación se llama Los haikus del Capitán. Y la verdad, me sigue teniendo pendiente de ellos. El 4 de junio publicó el primero.

Pensé que me encantaría que le dedicara un haiku a uno de mis kusamonos, pero no me atreví, ¿Quién soy yo para entrometerme en las publicaciones de otros?  Pero cual fue mi sorpresa:  para el segundo ya  hubo aportaciones de aficionados.

Así que pensé, me lanzo, el lunes le envié una foto, y le dije que si no la publicaba no pasaba nada.

El martes, sobre las 11 de la noche, entre a ver el haiku diario y me llevé una sorpresa enorme, Juan había escrito un haiku para mi foto, y además de eso había añadido un texto precioso que hizo que me emocionara muchísimo.

El texto lo he recortado, el que lo desee lo puede leer en el perfil de Juan.

Palabras muy bonitas, dedicadas por alguien a quien admiro y quiero mucho. Desde aquel ¿eres Loli? en el museo de Alcobendas han pasado varios años, pero es un placer contarle entre mis amigos.

Os recomiendo que sigáis a Juan en Facebook, no os arrepentiréis, a mi todavía me apena que dejara su blog Cuaderno de Bitácora, era un imprescindible para mi.

Un abrazo