He estado dudando con el título de esta entrada y os explico por qué. Aprovechando a preparar  los árboles para el otoño-invierno los he reorganizado y me di cuenta de que no tengo más sitio, y eso que he regalado alguna planta, y tengo varias más preparadas para cuando pueda coincidir con amigos. Así que decidí que de momento la colección se quedaba sin nuevas incorporaciones. Esto fue a primeros de octubre.

El 19 de octubre, mi querido Daviz Ruiz publicó una foto de uno de sus árboles, un eleagnus pungens.

No me había fijado nunca lo bonitos que son en flor.

Así que unos días después me encontré  hablando con Jaume Canals, que mira que casualidad no es que tuviera uno, ni dos, tenía un montón de ellos y me mandó muchas fotos. ¿Sabéis ya como acaba la historia? El martes me llegó una caja.

Venía con doble fondo, Jaume es único cuidando a sus clientes, y me había enviado unas granadas,  no es por hacerle la pelota, pero estaban espectaculares. Hasta fotos me envió de como abrirlas para poder disfrutar de ellas plenamente.

Seguro que habéis adivinado, dentro venía un eleagnus. 

Todavía traía flores.

Como la especie es nueva para mí decidí pedirle a Jaume unos consejitos. Esta fue su respuesta.

Poca cosa es un árbol muy valiente.

Acostumbro a defoliarlos al final del invierno, enero , febrero, ahí febrero avanzado, supongo. Aprovecho para podar y alambrar.

Aunque a este no creo que le haga falta mucha caña, salvo algún brote demasiado recio que haya que sustituir por traseros más delicados.

Defolio antes de brotar cuando tiene las yemas muy formadas. Y brota con la hoja más pequeña.

Después espero a que crezca bien antes de pinzar.

Y si quieres que florezca bien no lo toquetess mucho durante el verano, tiene que formar yemas de flor y florece a mediados de septiembre-octubre, si lo tocas mucho conseguirás ramificar pero menos flores.

Suele tener en las raíces unos nódulos que parecen tumoraciones, hay quien las confunde con nematodos o bacterias nocivas, pero es una bacteria que actúa en simbiosis con la raíz y fija el nitrógeno. Es como una micorriza. La bacteria es del género Frankia, por si quieres buscar información.

Pero no venía solo en el paquete, venía con una pyracantha angustifolia tamaño mini.

Ando muy pillada de tiempo así que los saqué directamente a la terraza y encontraron sitio sin esfuerzo. Menos mal que hace ya tiempo que decidí que me gustan más los shohines.

Un día después, el miércoles, otra foto de Daviz, en esta indicaba que había que quitarle las flores al eleagnus.

De paso, le hice fotos por los cuatro costados y le tomé las medidas.

Dar las gracias a Jaume por dedicarme su tiempo, por los consejos y por supuesto por esas exquisitas granadas, siempre es un placer tratar con él.

Por cierto, los otros títulos que barajé para esta entrada fueron "Cosas de Jaume" o "Por culpa de Daviz" al que estoy pensando dejar de seguir en las redes sociales, porque  veo sus shohines y me surgen necesidades y yo... "ya no tengo sitio".

Un abrazo

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