No sé si recordaréis el prunus que me regaló Anibal en 2019. Abajo tenéis las dos entradas que le dediqué aquel año.

En mayo de 2019, lo había pinzado, porque se había desmelenado. No le hice mucho más. Esta es la foto con la que terminaba la entrada de mayo de 2019.

En 2020 el proceso ha sido el mismo, pero sin fotos, ya os conté que he andado muy mal de tiempo.

Este año estaba en la lista de trasplantes. Me puse a ello el día 24.

Me costó sacarlo de la maceta, estaba a tope de raíces, pero al final conseguí meterlo en una que había elegido para él de las que tenía vacías. Como podéis opbservar he sacado un trozo más de tronco.

No me quedaba mas tiempo para dedicarle, me limité a cortarle esas ramitas que salen a la derecha. También aproveché el musgo que tenía para cubrir un poco las raíces que ahora han quedado mas superficiales, todavía quedan días fríos.

El 25 por la mañana puse el fondo y saqué un rato para elegir ramas.

Quité las que creía que no me servían para lo que tenía en mente, y tengo pendiente además trabajar la madera, en la siguiente imagen he intentado reflejar mi idea. Aníbal creo recordar que lo llevó a un taller con Quintana cuando todavía estaba en el cajón pero no adelantó mucho. 

Todavía le queda recorrido pero de momento se queda así, espero poder ponerme en breve con él, aún me quedan muchos trasplantes este año, pero luego llegará su momento. De momento se queda así.

Un abrazo.

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